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Estrella

Opinión:

Santa Julia cuenta la vida de dos jóvenes desde antes incluso de su nacimiento, situando la historia en un país colonizado en el que el poder económico y político lo tienen unos pocos hacendados blancos que explotan al pueblo indio, usándolo como mano de obra barata en sus haciendas, trabajadores sin derechos ninguno y que apenas consiguen lo justo para poder sobrevivir.

En un país con estas grandes diferencias sociales entre los blancos y los nativos marcadas por la distinta situación económica, social y cultural en la que viven unos y otros, Estrella Rubilar nos sitúa el inicio de la historia en los años previos al comienzo de una revolución, época en los que nacen los protagonistas de esta novela.

Julián y Mariel son dos jóvenes que ya antes de nacer forman parte de ese mundo difícil que les ha tocado vivir, Julián, hijo bastardo de un gran terrateniente es un niño que nace en la más absoluta pobreza mientras que Mariel es hija de uno de los hacendados más ricos del país es mimada por su padre y criada en la abundancia.

Alternativamente se nos va narrando los momentos cruciales de la vida de ambos, en los que Julián tiene que enfrentarse continuamente a los golpes que le da la vida y a la pérdida de los pocos familiares que tiene, pero sin dejar de ser un niño con gran coraje y entereza que muy pronto se ve obligado por la vida a actuar como un hombre a pesar de su corta edad, que desde pequeño no ha tenido nada más que su fuerza de voluntad y el amor de su madre para poder salir adelante con mucho esfuerzo y sacrificio viviendo en condiciones límite que lo en lugar de hacerlo desdichado lo hacen madurar y ser más fuerte, comportándose ya desde niño como un hombre que debe trabajar duro para conseguir lo justo para mal vivir y que tiene que enfrentarse a circunstancias que lo iran marcando como la persona hosca, dura y salvaje en la que se convierte, pero a la vez con un gran corazón.
Mariel por el contrario nace en el seno de una de las mejores familias de hacendados del país, y aunque se cria con con todos los caprichos y mimos que el dinero y la riqueza le pueden proporcionar con el paso del tiempo su personalidad va cambiando a la vez que madura como persona y aprende a aceptar la realidad que la rodea con entereza y valentia.

Todo esto cambia con el estallido de la revolución, donde el ejército toma el poder y lo que para unos significa la liberación del pueblo y una forma de conseguir alcanzar unas mejores condiciones de vida e independencia para otros como la familia de Mariel supone la pérdida de todo lo que tienen.
Julián por su parte tomará partido por el bando revolucionario, a pesar de ser sólo un niño, lo que llevará a tener unas ideas de la revolución muy diferentes a las que se formará Mariel y supondrán un punto de distanciamiento en el futuro para la pareja.

Si para Julián la revolución significa una mejora de las condiciones de vida de los peones de la hacienda que hasta ese momento eran explotados, para Mariel supuso el fin de su estilo de vida holgado y el comienzo de la decadencia de su familia.

No quiero entrar en más detalles sobre esta emocionante historia que abarca un amplio período en la vida de sus protagonistas, sólo decir que ocurren muchas cosas y sus vidas dan giros inesperados, dentro de un marco histórico en el que se producen muchos cambios que suponen un antes y un después para la vida de Julián y Mariel, en una novela narrada de una manera muy fluida, que hace que no nos demos cuenta de cómo va pasando el tiempo en la vida de sus protagonistas, de los que se nos va mostrando como evoluciona y se forma su personalidad, como ambos van enfrentando y aceptando los duros golpes que les da la vida y las situaciones difíciles que les toca vivir, cada uno desde una posición muy distinta, él como pobre que con la revolución ve mejorada su situación y ella todo lo contrario.

A pesar de ser el primer libro de la autora, sus personajes logran una gran profundidad y complejidad, que los hace muy reales y creíbles, no sólo los protagonistas, sino también los secundarios a los que muestra como personas que no son ni totalmente buenas ni totalmente malas, sino muy humanas que actúan según lo que creen que deben hacer o lo que es mejor para ellos o su familia, que cometen errores y que se arrepienten, en los que están muy presentes las creencias religiosas y la forma de pensar de la época que tiene gran importancia en el desarrollo de la historia, pero sobretodo destaca por los valores que ambos jóvenes logran transmitir del amor por la familia, el respeto hacia los padres, la aceptación de los errores propios y ajenos, el perdón y por encima de todo la importancia de aprender a valorar lo que se tiene y el valor tan importante de las personas para lograr la felicidad, no a través de las posesiones materiales o el dinero.

Con esta bonita historia nos enseña que el camino hacia la felicidad debemos buscarlo en nosotros mismos y en las personas que están a nuestro alrededor y nos quieren.

Un libro para leer si se busca una ambientación diferente como alternativa a los argumentos que solemos encontrar en las novelas históricas que se publican y que sería interesante que publicaran en España